¿Por qué hacer ejercicio sin darte cuenta es beneficioso para ti?
Puede que quieras empezar a tener un estilo de vida más saludable, pero que no sepas por dónde empezar, te falte motivación o ningún deporte en general te llame la atención. Aunque la alimentación es fundamental para tener una buena salud, y cocinar sin aceite te puede ayudar con esto, hacer ejercicio sin darte cuenta también es posible. Si quieres saber cómo hacer ejercicio sin hacer ejercicio o sin darte cuenta, lo que te vamos a contar te interesará y te permitirá cambiar tus hábitos.
Aumentar el nivel de actividad física que realizas puede influir positivamente en tu salud, tu bienestar mental y en tu peso. ¿Sin embargo, la actividad física significa ir al gimnasio o practicar algún deporte? Realmente no tiene porque. El simple hecho de moverte más en tu día a día puede aportar múltiples beneficios para la salud. Así que, en vez de pensar que para hacer ejercicio debes ser un esclavo del gimnasio, piensa que puedes hacer ejercicios cotidianos que disfrutarás y con los que no serás consciente de que estás haciendo ejercicio físico.
Si optas por hacer estos ejercicios sin ser consciente cada día, llegará un momento en que habrás añadido la actividad física como algo necesario en tu vida y que disfrutarás haciéndolo. Veamos cómo puedes hacer ejercicio sin hacer ejercicio activamente.
¿Cómo puedo empezar a hacer ejercicio de forma inconsciente?
Tal vez la mejor manera de empezar a hacer ejercicio es ser consciente que hay muchas formas diferentes de hacer ejercicio aparte de los entrenamientos tradicionales en el gimnasio. Lo más importante de esto es que disfrutes mientras te ejercitas para que así lo incluyas dentro de tu rutina diaria. Por lo tanto, conseguir hacer más ejercicio te acabará llevando a alcanzar tus objetivos sin frustrarte o aburrirte.
En pocas palabras, es mucho más gratificante y sencillo para uno mismo mirar el «panorama general», en vez de centrarse constantemente en qué frecuencia cardíaca tienes, el índice de masa corporal (IMC) ideal que deberías tener o el número de pasos que haces al día. Ya que si no cumples con estas cosas puede que te frustres y acabes optando por dejar de incluir la actividad física en tu rutina diaria. Veamos algunos consejos para que empieces a moverte más.
En primer lugar, tienes que dejar de pensar que para practicar ejercicio de verdad tienes que hacer 45 minutos de cardio. Deja de estresarte y darle vueltas a que no te gusta entrenar o hacer ejercicios cardiovasculares muy duros, tienes que encontrar formas de mover tu cuerpo que sean divertidas para ti.
Cualquier tipo de movimiento cuenta como actividad física y si eres consciente de ello, empezarás a darte cuenta de que tú también disfrutas de tener un estilo de vida activo. Una vez que hagas ese cambio mental, te encontrarás buscando oportunidades para mover tu cuerpo, en lugar de evitarlas.
Por último, no hace falta que te compres ropa de deporte cara, ni que te hagas un hueco en tu día para ir al gimnasio. Es mejor que primero reflexiones sobre cómo puedes integrar el movimiento en tu día sin interrumpir tu horario habitual, porque es probable que puedas hacer ejercicio sin sudar y que para hacer estos tipos de actividades no necesites cambiarte de ropa. Céntrate en disfrutar del movimiento en lugar de hacer ejercicio en sí.
Ejemplos de cómo hacer ejercicio sin hacer ejercicio en tu día a día
La buena noticia es que dentro de las recomendaciones que te vamos a dar, encontrarás muchas opciones para hacer ejercicio sin darte cuenta y que puedes adaptar según tus gustos o tu rutina. De todos modos, tendrás que pensar qué actividades puedes añadir a tu estilo de vida sin que supongan demasiadas molestias, sobre todo si eres una persona muy ocupada.
El primer paso es evitar asociar el ejercicio físico únicamente con el dolor y las molestias. Por el contrario, hay que considerarlo como una serie de actividades y movimientos que aumentan el metabolismo, te ayudan a tu salud general y a estar más contento.
Afortunadamente, algunos ejercicios cotidianos son fáciles de realizar y siguen ofreciendo grandes beneficios si los mantienes a largo plazo. Aquí tienes algunos ejemplos de ejercicios o hábitos para que los incluyas y te ayuden a pensar en otras opciones de entrenamiento que puedes añadir a tu rutina:
- Si coges un autobús o un tren, ¿puedes bajarte una parada antes y caminar el resto del camino hasta llegar a tu destino?
- Si trabajas en un edificio de oficinas, intenta no utilizar el baño más cercano a tu despacho. En su lugar, camina por el pasillo, sube las escaleras o muévete lo máximo posible para ir a otro baño que esté más lejos.
- Si trabajas todo el día sentado, pon una alarma cada 60 minutos. Cuando suene, levántate de la silla, estírate y muévete durante al menos un minuto. Estos descansos también te ayudarán a mejorar tu concentración y rendirás más en el trabajo.
- Mueve los brazos. Imagina que estás nadando en el agua para así ejercitar un poco tus brazos.
- Pon algo de música y baila tu canción favorita.
- Si solo vas a subir o bajar un piso, aprovecha para usar las escaleras en vez del ascensor.
- Cuando vayas en coche al centro comercial, intenta aparcar en el extremo opuesto al que quieres ir. De esta manera caminarás más por el parking y por el centro comercial hasta llegar a la tienda que necesitas.
- Levántate para cambiar de canal o ajustar el volumen del televisor.
- Cuando vayas a desayunar, comer o cenar, aprovecha para moverte mientras la comida se está calentando en el microondas.
- Pasea por la habitación mientras hablas por teléfono.
- Prueba a realizar respiraciones profundas como forma de meditación suave para masajear tus órganos y aumentar la circulación.
- Camina a un ritmo ligeramente más rápido en comparación con los demás en la calle.
- Si en el trabajo pasas muchas horas de pie, aprovecha para ponerte de puntillas y elevar los talones durante unos minutos cada hora, así ejercitarás los gemelos y las pantorrillas.
- Intenta hacer las reuniones de pie con tus compañeros de trabajo en lugar de permanecer sentado todo el rato en una sala.
- Ves girando el cuello y la cabeza cuando estés trabajando con el ordenador para evitar posibles calambres.
- Intenta limpiar y ordenar tu casa en el mínimo tiempo posible para hacer un leve ejercicio cardiovascular. Puedes cronometrarte para ponerte un pequeño reto e intentar tardar lo menos posible cada vez.
Otra cosa a tener en cuenta, puede ser la perspectiva de la psicóloga Kelly McGonigal. La teoría del movimiento de Kelly McGonigal gira en torno a la creencia de que cualquier tipo de movimiento personalizado puede reducir nuestros niveles de estrés, proporcionarnos un mayor grado de autoconciencia, ayudarnos a conectar con el mundo exterior e incluso permitirnos vivir más tiempo
Entrenar sin esfuerzo llevando el Balón Gástrico Spatz3
Ahora que ya conoces cómo puedes incluir el ejercicio sin ser consciente de que lo estás haciendo, ¿cómo puede ayudarte hacer ejercicio sin darte cuenta al llevar el balón gástrico ajustable Spatz3?. El balón gástrico ajustable ofrece las mayores tasas de éxito gracias a su fácil adaptación al usuario. Pero, ¿hay algún ejercicio cotidiano que puedas incorporar a tu rutina diaria llevando el balón gástrico?
Primero piensa en las posibilidades de movimiento que tienes a lo largo del día actualmente y luego piensa qué ejercicios cotidianos de los que te hemos hablado puedes incorporar a tu vida para hacer ejercicio sin darte cuenta. Aunque todavía estés en proceso de adaptación tras ponerte el balón de Spatz3, puedes empezar a tu ritmo, no hay prisa. Una vez que te hayas acostumbrado a determinados movimientos físicos, podrás añadir otros que quizás te suponen más esfuerzo por el momento.
Los ejercicios o ejemplos de los que te hemos hablado pueden llevarse a cabo sin un gran desembolso de tiempo o dinero y son tan fáciles de integrar que buscarás moverte cada vez más. Por encima de todo, todos deberíamos hacernos a la idea de que la actividad física puede ser divertida y emocionante, en lugar de ser un trabajo pesado.
Afortunadamente, saber cómo hacer ejercicio sin hacer ejercicio o sin esfuerzo puede motivarte a mantener un estilo de vida saludable. Aunque comer alimentos sanos o llevar una alimentación consciente también está dentro de los hábitos saludables.
Incluso si todavía estás en las primeras fases de la inserción del balón gástrico, estas y otras formas de ejercitarte sin esfuerzo, liberarán endorfinas que te harán sentir bien y tu salud se verá beneficiada.
