El término de búsqueda en línea «obesidad sistema inmunológico» proporcionará cientos de resultados; muchos de ellos en forma de artículos académicos. Si bien es cierto que explican el efecto de la obesidad sobre la inmunidad, a menudo pueden ser confusos y difíciles de seguir. Por ello, desde Spatz hemos decidido destacar un puñado de puntos clave para que puedas apreciar mejor por qué perder peso tendrá un impacto dramático en tu salud a largo plazo.
La importancia del sistema inmunológico
Sería imposible sobrevivir sin un sistema inmunológico que funcione. Desde la recuperación de un pequeño corte en la punta del dedo hasta la lucha contra enfermedades potencialmente graves como el COVID, no se puede exagerar la importancia de esta red defensiva. En el mundo actual, nuestro sistema inmunológico es una de las funciones corporales más importantes; un sistema inmunitario fuerte significa una mejor defensa contra las enfermedades y los virus.
Cuando uno se pone enfermo, ya sea por un virus o una infección bacteriana, el sistema inmunológico se pone en marcha y provoca una inflamación, ¡una inflamación buena! Esta reacción, que se produce cuando los glóbulos blancos liberan unas proteínas denominadas «citoquinas», permite al organismo vencer la enfermedad.
Si tu cuerpo está en un estado constante de inflamación, puedes correr el riesgo de padecer una serie de enfermedades increíblemente graves. Un sistema inmune débil puede provocar enfermedades como la gripe, las enfermedades cardíacas y la diabetes.
Recientemente, los científicos han descubierto que las células grasas mantienen una red de proteínas y sustancias químicas que incluye la proteína inflamatoria «citoquinas». Esto significa que si tienes un exceso de grasa, tu cuerpo está en un estado constante de lucha contra la enfermedad, incluso cuando no la hay…
Por eso es fundamental comprender el impacto de la obesidad en la respuesta inmunitaria a las infecciones para evitar consecuencias graves. Tanto si mantiene una dieta sana y nutritiva como si no, si tiene sobrepeso existe el riesgo de que su función inmunitaria disminuya. De hecho, la obesidad grave se ha relacionado con un mayor riesgo de contraer la gripe H1N1, la gripe común, entre otras muchas enfermedades. Ahora, te estarás preguntando ¿qué puedo hacer para que mi sistema inmunológico funcione mejor? Spatz Medical lo tiene cubierto.
¿Cómo debilita la obesidad el funcionamiento del sistema inmunológico?
La relación entre la obesidad y la inmunidad se conoce desde hace décadas. De hecho, la pérdida de peso y el funcionamiento del sistema inmunológico están intrínsecamente relacionados. Aunque el efecto exacto de la obesidad sobre la función del sistema inmunológico todavía se está investigando, hay varias observaciones probadas.
Un estilo de vida sedentario
Las personas que no realizan una cantidad suficiente de actividad física son más propensas a ganar un exceso de peso. Esto puede tener un efecto negativo sobre la inmunidad, ya que un sistema inmunológico con sobrepeso no funcionará a niveles óptimos. En otras palabras, las personas son más propensas a enfermar o simplemente a sentirse «mal» con frecuencia.
Malos hábitos alimenticios
La obesidad suele estar asociada a una dieta poco saludable. La importancia de la eficacia del sistema inmune se basa en parte en su capacidad para absorber vitaminas y minerales como la vitamina C, el zinc, la vitamina D y el ácido fólico. Por eso se recomienda siempre una dieta rica en frutas y verduras.
La noción de estrés oxidativo
Un tercer factor asociado al escenario de la obesidad y el sistema inmunológico implica un principio conocido como estrés oxidativo. El estrés oxidativo se produce cuando el cuerpo es incapaz de deshacerse de las toxinas. Si se permite que estas sustancias se acumulen dentro de las células, las probabilidades de enfermar aumentarán drásticamente. Por lo tanto, existe una relación química muy real entre la obesidad y la función inmunitaria.
Causas de la obesidad en el sistema inmune
También es conveniente mencionar que las personas con sistemas inmunológicos debilitados son más propensas a tener sobrepeso. Esto es lógico, ya que una persona que se siente constantemente aletargada no podrá hacer ejercicio a su máxima capacidad (si es que lo hace). Del mismo modo, las personas con un sistema inmunológico deficiente pueden recurrir a los «alimentos reconfortantes» (como las sustancias con alto contenido de azúcar) como medio para hacer frente a la situación. En pocas palabras, la obesidad y la inmunidad representan un camino de ida y vuelta.
Efectos de la obesidad en el sistema inmunológico
Entonces, ¿qué efectos en el mundo real pueden derivarse de esta relación? Un ejemplo común es el de una persona que cae enferma y tarda mucho tiempo en recuperarse. Otras afecciones crónicas, como la fibromialgia y el lupus, también pueden estar relacionadas con la obesidad.
Las personas obesas también pueden estar sometidas a una gran cantidad de estrés mental. Esto hace que se libere una hormona conocida como cortisol. El cortisol no sólo obstaculiza la eficacia del sistema inmune, sino que puede provocar la aparición de grasa visceral (un tipo de grasa peligrosa que abarca los órganos que se encuentran dentro del abdomen). Por lo tanto, está claro que descubrir métodos de pérdida de peso del sistema inmunológico es extremadamente importante.
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La obesidad, que provoca deficiencias en el sistema inmunitario, conlleva graves riesgos para su salud. En estudios científicos recientes, se ha demostrado que la cirugía bariátrica reduce el riesgo para el sistema inmunológico causado por el exceso de grasa. Aunque la cirugía bariátrica no es la única opción, deshacerse de la grasa poco saludable de su cuerpo puede conducir a una mejora seria en la funcionalidad de su sistema inmunológico.
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